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10 SEPTIEMBRE, 2025
El Ayuntamiento de Murcia y PreZero ponen en marcha un innovador proyecto para reforzar la seguridad de los contenedores en puntos críticos de la ciudad.
La iniciativa contempla la instalación de un sistema de anclaje magnético en contenedores de carga lateral ubicados en áreas especialmente expuestas a episodios de fuertes lluvias y desbordamientos, como las ramblas. El objetivo es garantizar la estabilidad de los contenedores en situaciones meteorológicas adversas, evitando su vuelco o arrastre, y reforzar así la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión de residuos.
La vicealcaldesa de Murcia, Rebeca Pérez, ha presentado la iniciativa en la rambla de Cabezo de Torres, una de las zonas más castigadas por las riadas. Allí se producen con frecuencia vuelcos y desplazamientos de contenedores que obligan al servicio de limpieza y recogida de residuos a retirarlos o reubicarlos, con las consecuencias negativas que ello supone en tiempo, personal, emisiones de CO₂ y recursos económicos.
“Con este sistema damos un paso más en la modernización de la gestión de residuos en Murcia. Se trata de una solución innovadora que mejora la seguridad en las calles, optimiza el trabajo de los equipos municipales y, además, contribuye a la sostenibilidad medioambiental al reducir emisiones. Nuestro objetivo es seguir implantando medidas que hagan de Murcia una ciudad más segura, eficiente y resiliente”, ha subrayado la concejala de Fomento, Rebeca Pérez.
Se trata de una prueba piloto en 88 contenedores que, en caso de confirmar su eficacia, se extenderá progresivamente a otros enclaves del municipio con características similares.
Una solución innovadora compatible con el urbanismo de la ciudad
El director de PreZero en Murcia, José Manuel García Alcaraz, ha explicado como la compañía y el consistorio han evaluado distintas tecnologías de anclaje —como la instalación de un chasis metálico alrededor de los contenedores—, pero finalmente han optado por el sistema magnético por ser el más idóneo y compatible con el urbanismo de la ciudad.
El sistema se basa en la instalación de una placa metálica en el pavimento y en la sustitución de las patas plásticas tradicionales por piezas de acero con imanes encapsulados. Entre los beneficios de esta tecnología destacan su resistencia al viento, soporta ráfagas de hasta 100 km/h y la estabilidad durante lluvias torrenciales y crecidas de ríos que evita desplazamientos que puedan poner en riesgo a personas, vehículos o mobiliario.
