PreZero España, compañía líder en gestión integral de residuos en el país, se distingue por aplicar un enfoque innovador y circular a las prestaciones que desempeña. Recientemente, la entidad ha cambiado el foco de su actividad para ir más allá de su tradicional rol como proveedor de servicios medioambientales, convirtiéndose también en productor de materias primas recicladas y energías renovables a partir de los residuos que gestionan. En esta entrevista, Borja Martín, director de Negocio Público Norte de PreZero España, nos proporciona una visión detallada acerca de la renovada misión de la compañía: eliminar el concepto de residuo y transformarlo en materia prima secundaria de alto valor, promoviendo un modelo de economía circular que minimice el impacto ambiental y contribuya al desarrollo sostenible.
Para comenzar, ¿podría compartir la visión y misión de PreZero en términos de economía circular y gestión de residuos? ¿Qué distingue a la compañía cuando hablamos sobre sostenibilidad y uso eficiente de los recursos?
Nuestra visión es una nueva forma de pensar para un futuro más limpio. Consideramos que somos protagonistas en este cambio de paradigma donde el residuo ha dejado de considerarse como tal, para pasar a considerarse un recurso. Estamos comprometidos tanto con la reducción, como con la reutilización, reciclado y cualquier tratamiento de residuos que, de alguna manera, nos sirva para extraer valor al residuo e introducirlo de nuevo en la cadena productiva.
Lo que nos distingue como compañía es, en primer lugar, nuestra experiencia. Llevamos más de 50 años prestando servicios medioambientales y estamos presentes en multitud de ciudades y municipios de todo el territorio español, dando servicio a más de 12 millones de ciudadanos y gestionando más de 130 plantas de tratamiento de residuos de todo tipo. Otro aspecto diferencial es que estamos presen-tes en toda la cadena de valor del residuo: desde su reco-gida selectiva, hasta el transporte y reciclaje o tratamiento finalista para los no reciclables. Además, aplicamos las nue-vas tecnologías y somos pioneros en el sector. Por ejemplo, hemos sido la primera empresa del sector en obtener la certificación Lean para plantas de tratamiento de residuos.
Realizando una radiografía de la situación actual de nuestro país, ¿cuáles considera que son los mayores desafíos que enfrenta el sector de la gestión de residuos en la transición hacia una economía más circular, y cómo está contribuyendo PreZero España a superarlos?
El principal desafío, no solo a nivel sector sino como sociedad, es llegar a cumplir con los objetivos de reciclaje de residuos establecidos por la Unión Europea. Para el año 2025 tenemos que alcanzar un 55% de residuos municipales reciclados; meta que va creciendo 5 puntos porcentuales cada 5 años hasta situarse en un 65% para 2035, mismo año que debemos reducir los residuos municipales que se envían a depósito controlado a un máximo de un 10%.
Supone un gran reto porque estamos en cifras muy lejanas, a un año de la primera fecha, estamos a un 42% de reciclaje y en torno a un 47% de depósito en vertedero. Para cumplir con los objetivos europeos será necesaria una profunda transformación del sector y desde PreZero queremos ser protagonistas. Hemos cambiado el foco de nuestra actividad, pasando de considerarnos proveedores de servicios medioambientales a ser productores de materias primas recicladas y energías renovables para nuestros clientes a partir de los residuos que les gestionamos.
Todo este desafío se traduce en cientos de oportunidades para llegar a cumplir con las metas marcadas por Europa. Si no acometemos hitos más ambiciosos, poniendo en marcha proyectos e invirtiendo en nuevas infraestructuras, difícil-mente podremos alcanzar los porcentajes anteriores.
En España, existen importantes diferencias entre regiones en la transición hacia una economía circular. ¿Qué estrategias han sido claves para las regiones más avanzadas?
Mi zona de actuación como director de Negocio Público de la zona norte, que comprende desde Cataluña hasta Galicia.
Es donde se sitúan muchas de las regiones con un mayor desarrollo en gestión de residuos. Esto es el resultado de una serie de factores: en primer lugar, se ha desarrollado una normativa regional de planificación y seguimiento de la gestión de residuos ambiciosa, lo que demuestra que cuando ponemos el listón alto conseguimos avanzar de forma firme. Así mismo, se ha apostado claramente por la recogida selectiva de residuos municipales. A modo de ejemplo, Cataluña implantó en todo el territorio catalán la recogida selectiva de la materia orgánica mucho antes de que fuera obligatorio según la normativa, acompañando al ciudadano y promoviendo la concienciación y educación ambiental.
Por otro lado, para la fracción resto del residuo, se ha invertido en instalaciones de tratamiento. A ello se suman medidas fiscales, como la tasa de depósito en vertedero, utilizadas para mejorar las infraestructuras de gestión de residuos en la región. Por último, también ha sido significativa la apuesta decidida por la valorización energética como tratamiento finalista desde hace ya bastantes años, acogiendo en la zona ocho de las once instalaciones de este tipo que hay actualmente en toda España. Esto hace que estas regiones superen la media estatal, aunque todavía lejos de los objetivos establecidos por la Unión Europea.
PreZero ha resultado adjudicataria de la construcción y explotación de una nueva planta de biometanización de la fracción orgánica procedente de la recogida selectiva de los municipios de Vizcaya, que prevé estar en operación el próximo año 2025. Este es uno de los muchos ejemplos que ponen en valor la proyección del biogás y biometano.
Actualmente la biometanización es la solución perfecta y global para la gestión de los residuos orgánicos. Por un lado, nos ayuda a reducir la cantidad de residuos finalistas que estamos llevando a depósitos controlados y cumplir esos objetivos de reciclaje de residuos que nos pide la Unión Europea. Por otro, la digestión anaerobia con posterior upgrading a biometano es un tratamiento que reduce las emisiones difusas derivadas de la materia orgánica del residuo en un 95%. Con lo cual, la biometanización contribuye no solo a combatir el cambio climático generando una energía renovable y limpia, sino que reduce además la dependencia energética del exterior, un ámbito relevante que afecta notablemente al desarrollo de España.
Aún así, siendo ésta una solución global y tan beneficiosa para los residuos orgánicos, estamos muy por detrás de otros países. Contamos con potencial más que suficiente para dejar de estar a la cola en el desarrollo de biometano y convertirnos en un referente. De hecho Sedigas, en su estudio sobre el potencial de producción de biometano en nuestro país, señala que España podría convertirse en la tercera potencia de Europa en gases renovables, solo por detrás de Francia y Alemania. Otros estudios estiman que el potencial actual de generación de biogás en nuestro país podría cubrir entre el 10% y el 30% del consumo actual de gas natural. Esto demuestra que es la solución perfecta, y con un margen de mejora tan amplio que debemos aprovecharla.
¿Qué barreras deben superarse para su desarrollo a gran escala?
En primer lugar, deben establecerse objetivos estatales más ambiciosos. La Hoja de Ruta del Biogás aboga por que un 1% del gas consumido a través de la red de gas natural en 2030 sea biometano, mientras que el borrador del Plan Nacional de Energía y Clima lo sube al 2%. Sabiendo que existe un potencial de entre el 10% y el 30%, resulta muy poco ambicioso. Si no ponemos el listón alto como país va a ser difícil avanzar. También es necesario invertir y hacerlo en condiciones de seguridad jurídica. De base, España debe contar con una normativa que permita a las empresas privadas acometer inversiones con garantía de rentabilidad económica y viabilidad de las instalaciones. También, debemos mejorar en la agilidad administrativa. No podemos apostar decididamente por una tecnología tan puntera como la biometanización si la resolución de los expedientes, desde la aprobación de las autorizaciones para la instalación hasta la conexión final a la red de gasista, se prolonga tanto en el tiempo.
Como ejemplo de nuestra apuesta decidida por el biometano para un futuro circular, PreZero es el socio privado, como comentabas anteriormente, de la planta de Metabarri en Vizcaya, una planta de biometanización que estará en operación el próximo año. Se tratará de una instalación clave para la provincia, ya que va a gestionar la totalidad de los residuos orgánicos municipales generados en el territorio. Con una capacidad de tratamiento de 50.000 toneladas anuales, se van a generar 7.000.000 Nm3 al año de biogás, que a nivel biometano equivaldrán a casi 44 GWh/año. Éstos serán inyectados a la red gasista y proporcionarán energía a aproximadamente 8.700 hogares para su consumo habitual. Más allá de esto, lograremos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a este tipo de residuos en un 95%.
¿Podría mencionar otros proyectos destacados en los que PreZero esté involucrado en la actualidad?
PreZero generó durante 2023 el 75% del biometano producido en España. Actualmente, estamos evaluando alrededor de 20 proyectos en diferentes etapas de desarrollo, tanto en el ámbito municipal como en el industrial. Estos proyectos tienen el potencial de alcanzar una producción de 1 teravatio hora (TWh). Esta diversidad de proyectos y oportunidades en distintas fases de desarrollo demuestra claramente que esta es una de las líneas estratégicas clave para la compañía.
En Barcelona gestionan el Ecoparc 4, una vanguardista instalación para el tratamiento de residuos. ¿Cómo influye la innovación tecnológica en la eficiencia y la sostenibilidad de la gestión de los residuos?
La innovación tecnológica es fundamental en nuestro sector, que evoluciona constantemente gracias a avances que nos permiten tener mejores instalaciones. Concretamente, la innovación nos ayuda en tres niveles: mejorando continuamente los porcentajes de recuperación y la calidad de la misma, incrementando la eficiencia y mejorando la disponibilidad. Por otro lado, a nivel sectorial, nos permite avanzar hacia procesos y tecnologías que favorecen una mayor valorización de los residuos dentro de la jerarquía de gestión, primando la valorización material, frente a la valorización energética y ésta, frente a la eliminación.
Se trata de un ámbito crucial que nos lleva a obtener continuamente mejores resultados. Por ejemplo, utilizamos sensores predictivos con inteligencia artificial para prevenir paradas no planificadas y detectar averías antes de que ocurran, lo que optimiza los costes de mantenimiento y garantiza una mejor disponibilidad de las plantas. Estos sensores predictivos nos permiten anticipar posibles fallos en la instalación y planificar soluciones antes de que impacten la producción normal. También hemos implementado el ZenRobotics Recycler, un robot que automatiza la selección de residuos voluminosos. Esto es especialmente útil al inicio del tratamiento, donde estos residuos, debido a su peso, suelen ser difíciles de manejar para los operarios y representan una de las tareas más exigentes. En PreZero estamos constantemente repensando nuestros procesos para intentar hacerlos lo más eficientes y óptimos posible en cuanto a recuperación de recursos a partir de los residuos.
Si algo resulta evidente es que la transición hacia un modelo de economía circular no será posible sin más colaboración público-privada. Desde PreZero, ¿cómo contribuyen al desarrollo de alianzas estratégicas con el sector público y otras entidades? ¿Qué medidas concretas proponen para fortalecer las alianzas público-privadas?
El desafío al que nos enfrentamos como sociedad, especialmente en el cumplimiento de los objetivos europeos, demanda una colaboración clara y de confianza entre las administraciones y las empresas privadas. El sector privado dispone del know-how y la experiencia necesaria para avanzar de forma decidida hacia la economía circular, y las administraciones tienen que aprovecharse, primero de este conocimiento, y segundo de nuestra capacidad inversora como herramienta para acelerar el avance de las políticas de economía circular. Creemos firmemente en la necesidad de acercarnos a las administraciones, ganarnos su confianza y establecer relaciones de colaboración donde podamos aportar nuestro conocimiento y experiencia. A menudo las entidades públicas enfrentan dificultades financieras para implementar políticas de manera ágil, y aquí es donde entra en juego nuestra capacidad inversora para facilitar el acceso a nuevos proyectos.
Desde Europa se han definido objetivos ambiciosos en materia de gestión de residuos, para cuya consecución será indispensable desarrollar y mejorar las infraestructuras de tratamiento, ¿cuáles son las áreas prioritarias en las que han de aumentarse las inversiones?
Existen tres áreas principales en las que debemos centrar nuestra atención: incrementar el número de instalaciones de biometanización para tratar la materia orgánica, tanto municipal como de origen industrial; invertir en nuevas infraestructuras y en la modernización de las existentes, especialmente aquellas construidas hace décadas y que requieren actualización para mejorar su eficiencia y capacidad; y, por último, resulta indispensable invertir en valorización energética para cumplir con el objetivo de limitar al 10% los residuos municipales depositados en vertederos para 2035.
¿Cuáles son las principales oportunidades que brinda la implementación de la valorización energética como parte integral de la estrategia de gestión? ¿Y los desafíos asociados?
La valorización energética presenta una ventaja clara sobre el depósito controlado, situándose por encima en la jerarquía de residuos. Se postula como la única solución viable para cumplir con las metas de la Unión Europea. Aunque es ideal pensar en reducir, reutilizar y reciclar el 100% de los residuos, debemos ser realistas y reconocer que siempre habrá residuos que requerirán un tratamiento finalista. Según la normativa, si no podemos llevar residuos a depósitos controlados, la única alternativa es la valorización energética, una práctica ampliamente extendida a nivel europeo. Esta práctica aún enfrenta un amplio rechazo social y nuestro principal objetivo es transmitir a la ciudadanía que las plantas de valoración energética actuales no son las mismas de hace 40 años. Estas instalaciones nos ayudan a extraer el valor energético de los residuos, lo cual es crucial en un momento de alta dependencia energética exterior. Aunque es más visible una incineradora en medio de una ciudad que un vertedero en las afueras, estas instalaciones cumplen con estándares muy rigurosos y no son perjudiciales ni para el medio ambiente ni para la salud. Es fundamental que la población entienda los beneficios y la seguridad de estas tecnologías para superar las barreras de aceptación.
En esta misma línea, ¿qué estrategias considera más efectivas para cambiar la percepción ciudadana respecto a la valorización energética?
La mejor estrategia es que, tanto desde el sector como desde las administraciones, seamos capaces de transmitir que, mediante el cumplimiento estricto de la normativa ambiental existente para la valorización energética, no existen riesgos asociados a su utilización. Para ello, debemos emplear múltiples formas de comunicación adaptadas a diferentes franjas de edad, como redes sociales, campañas de concienciación y charlas en municipios o ciudades. Así, los ciudadanos podrán apreciar la aportación que esta tecnología hace para maximizar la obtención de valor de los residuos y cambiar su percepción de que la valorización energética no es saludable.
Para concluir, ¿cuáles son los próximos pasos en los que PreZero España está trabajando para continuar avanzando hacia una economía circular y libre de residuos?
Consideramos que somos protagonistas y actores principales en esta transición, impulsada por unos objetivos europeos tan ambiciosos como necesarios. Los pasos que damos van en esta dirección, promoviendo más de 20 proyectos de biometanización para avanzar en la obtención de valor de los residuos orgánicos, fomentando alianzas público-privadas para crear instalaciones más eficientes y con mayor capacidad de reciclaje, y haciendo propuestas constantemente a nuestros clientes para mejorar la eficiencia en sus plantas. No podemos dar un paso único, contamos con una extensa cartera de clientes y debemos implementar nuestra visión de manera personalizada a cada uno de ellos.
RETEMA
PUBLICADA EL 18 DE JUNIO DE 2024