Comencé mi andadura profesional en la empresa en 2010 en el departamento de Prevención. Poco tiempo después pasé a Negocio, donde he ocupado el puesto de gestor en varios contratos, todos ellos enfocados en la gestión de residuos. En 2020, en plena emergencia sanitaria, di el salto a la planta de tratamiento de residuos hospitalarios, en la Vall d´Uixó, en Castellón.
El Covid-19 ha supuesto un antes y un después en muchas áreas, pero en las plantas de tratamiento de residuos hospitalarios, la pandemia puso al límite nuestra capacidad de gestión de residuos a nivel técnico y humano.
La primera ola nos obligó a adaptarnos a un virus desconocido (fue de mucha ayuda el protocolo de actuación para la gestión de residuos del virus del Ébola que en 2016 se utilizó en uno de los hospitales que gestionamos). Se refrescó la formación, se informaba a diario con cada nueva reglamentación o estudio sanitario fundamentado. Y a pesar del miedo a lo desconocido, a las noticias inquietantes, nuestros trabajadores y trabajadoras estuvieron en primera fila trabajando largas jornadas. Casi el 80% del residuo entrante en planta de tratamiento era «Residuo Covid».
Capacidades sobrehumanas
Pasó la segunda ola y vino una tercera, que en la Comunidad Valenciana fue un tsunami, con desbordamiento en todos los hospitales de la comunidad y las residencias de mayores. Jornadas interminables de todo el equipo desde el delegado hasta el peón en planta, de lunes a domingo; recursos técnicos tensionados, falta de suministros y personal agotado.
Y fue ese buen trabajo, esa capacidad sobrehumana de cada uno de los trabajadores y trabajadoras, lo que hizo que nuestra empresa tuviera que prestar aún más servicios con contratos de emergencia a la Conselleria de Sanidad, en todas las residencias de la Comunidad Valenciana, y todos los hospitales públicos donde no éramos los actuales adjudicatarios con el reto de asumir el alto volumen de residuos generados. Todo ello sin dejar de prestar servicio y sin disminuir la calidad en nuestros contratos.
No me cansaré de agradecer a todo el equipo; operarios, conductores, administración, comercial, y a la planta de tratamiento de Alcázar de San Juan, su esfuerzo y dedicación en sacar todo el trabajo que había por delante. Y ahora, después de la sexta ola, todo se ve con otra perspectiva, afortunadamente.
La presión vivida fue indescriptible
¿Hacia dónde se dirige el sector de los residuos sanitarios? Pienso que hacia la implantación de plantas automatizadas, desde la entrada del residuo hasta la salida del «subproducto», en las que el manejo de los residuos y los riesgos asociados a la actividad se minimicen.
Esta aceleración en el proceso de automatización viene dada por la necesidad de gestionar gran parte del residuo con el código LER 180103, «residuos cuya recogida y eliminación es objeto de requisitos especiales para prevenir infecciones». Este residuo está catalogado como residuo peligroso, y en nuestras plantas se convierte, mediante un proceso de esterilización en autoclave, en un residuo no peligroso, para su posterior gestión en vertederos no peligrosos.
Dentro de dicha automatización se incluiría la descarga de los residuos con un pesaje inteligente por lectura QR, que marcaría la entrada del residuo. El desarrollo de cintas transportadoras y robots de apertura y vaciado de los contenedores en las vagonetas de autoclave, con sistemas de compactación encapsulados que evitasen la generación de aerosoles. Totalmente automatizadas y gestionadas por un solo operario.
La optimización de la carga por vagoneta y por ciclo de trabajo resultará una ventaja competitiva que marcará tendencia frente a nuestros competidores.
Otra de las claves del sector será la apuesta única por el contenedor reutilizable de polipropileno o sus diferentes variantes. Tanto el sector público como el privado, deben apostar por este tipo de contenedores ya que contaminan menos y evitar, así, los plásticos de un solo uso. En la actualidad, estamos en un porcentaje de uso de contenedores reutilizables del 30 al 60 %, dependiendo de cada cliente. Por lo que hay un margen amplio de mejora para contribuir a la reducción del plástico de un solo uso.
Es importante destacar que estamos apostando por la introducción de robots lineales o antropomorfos (implantado en la planta de Atarfe, Granada y la planta de La Vall d´Uixó) para la recuperación de contenedores de 5 y 10 litros del grupo III. Que, además de valorizar y recuperar este tipo de plástico (generalmente polipropileno), conseguimos disminuir la cantidad de entrada de este residuo en vertederos o incineradoras.
¿Cuál es el reto?
Apostar por la recuperación de los contenedores de 30 y 60 litros destruibles que salen del autoclave. Debido a que las altas temperaturas hacen que los residuos hospitalarios queden adheridos a los bordes de los contenedores y haga complicada su segregación.
Apostar por una economía circular. Recuperar el plástico de los contenedores destruibles, volver a triturarlo y tras un proceso de lavado y segregación, generar nuevamente granza para la fabricación de contenedores. Quizás teniendo en el grupo empresas dedicadas a la fabricación de contenedores.
Siempre teniendo en cuenta que los contenedores de residuos hospitalarios están sometidos a la legislación del transporte de mercancías peligrosas por carretera (ADR) lo que hace que los cambios en la tipología y características de los contenedores se lleve a cabo con más lentitud de lo esperado.
Una gran apuesta sería la eliminación del plástico, y en esta vía se está trabajando mediante la incorporación de cajas de cartón, que se vio acelerada durante la pandemia ante la ausencia de materias primas (granza), al mercado español. Las cajas han venido para quedarse y aunque comenzaron siendo utilizadas para el desecho de Epis Covid en pandemia, su uso se ha ido ampliando a otro tipo de residuos hospitalarios como medicamentos, residuos no líquidos o punzantes.
El auge del residuo hospitalario provocado por el Covid-19 ha hecho que el mercado evolucione rápidamente hacia sistemas más sostenibles en cuanto a suministro de contenedores y a gestión de los residuos.