Sonia es una apasionada del medio ambiente que comenzó su andadura profesional hace nueve años en Gesmat. Le encanta el crossfit, el baile y pasar tiempo con sus amigos y amigas. Es jefa de planta y responsable de Explotación del Ecoparque de Toledo. Con ella nos sentamos para descubrir más sobre su día a día en la planta y, por qué no, conocerla un poco mejor.
Cuánto tiempo llevas en la organización y cómo has llegado hasta aquí?
Comencé realizando prácticas en Gesmat durante seis meses. Una vez que finalizaron no continué, pero poco tiempo después fui contratada como trabajadora de la compañía. Actualmente soy jefa de planta en el Ecoparque de Toledo y responsable de Explotación de las diferentes instalaciones que lo componen.
Durante mi trayectoria laboral he pasado por otras áreas como Calidad y Medioambiente, Prevención de Riesgos Laborales y Servicios Urbanos. Es un acierto que la compañía apueste por el talento joven y dé oportunidades a todos.
¿Cómo es tu día a día?
Literalmente, no paro. Diariamente aprovecho el trayecto desde casa al ecoparque para llamar al equipo y que me vayan adelantando cómo va todo.
¿Tienes alguna anécdota que recuerdes con especial cariño?
Cuando se me acabó el contrato de prácticas lloré muchísimo porque yo no había tenido contacto con el mundo laboral, sólo lo que había vivido en Gesmat, pero me aportó tanto en lo personal como en lo profesional que quería seguir aquí.
¿Cómo funciona el Ecoparque de Toledo?
En esta instalación se gestionan los residuos urbanos generados en la mayoría de los municipios de la provincia de Toledo. Intentamos disponer de la tecnología más innovadora para la separación de los residuos.
Es uno de los complejos de tratamiento más potentes de España, integrado por una planta de selección, una de reciclaje de vidrio y otra de compostaje y afino. Además, se está implantando la recogida selectiva de la fracción orgánica en la provincia, lo que en unos meses permitirá poner en marcha una nueva instalación dentro del ecoparque que gestione este residuo.
No nos podemos olvidar del biogás generado en el vaso de vertido, que a través de motogeneradores lo convertimos en energía eléctrica que se exporta a la red y que también utilizamos para el propio autoconsumo de la instalación.
¿Qué consejo darías a las personas que se acaban de incorporar a PreZero?
Que nunca les falten las ganas de trabajar, independientemente de la formación que cada uno tenga o de su experiencia. Es importante querer aprender y dejarte enseñar por tus compañeros.
Para ti, ¿qué significa trabajar en PreZero?
Para mi trabajar en PreZero es un orgullo. Formar parte de una empresa que intenta que vivamos en un mundo más limpio y cuidado es una suerte para todos.