El proceso de transición que están experimentando nuestras ciudades hacia nuevos modelos de gestión basados en la economía circular implica multitud de retos tecnológicos. Retos que PreZero, compañía líder en España en producción de biometano, gas renovable procedente de los residuos urbanos, está convirtiendo en nuevas oportunidades de negocio. Sobre estas cuestiones tuvimos la oportunidad de conversar recientemente con Mónica Ramos, directora de Operaciones e Ingeniería de PreZero España, una compañía dedicada a la economía circular, ya que participa en el ciclo completo del residuo, desde la recogida y segregación hasta su tratamiento y obtención de materias primas secundarias, apoyado por la innovación como palanca para mejorar
¿En qué momento del camino hacia la transformación de las ciudades en urbes sostenibles y respetuosas con el medio ambiente nos encontramos en España?
Estamos en un momento crucial por diversos motivos, como los cambios regulatorios, el impulso de los planes de descarbonización de las compañías y la mayor sensibilización de las administraciones públicas. Desde PreZero estamos contribuyendo a este objetivo trabajando de manera muy estrecha tanto con los ciudadanos como con nuestros socios industriales, siempre con el objetivo de que la gestión de nuestros residuos urbanos sea cada vez más circular y sostenible.
¿Qué soluciones basadas en la economía circular pueden aportar las grandes empresas para fomentar esta transición?
Las grandes empresas cada vez trabajan de manera más estrecha con sus clientes y proveedores para optimizar las cadenas de suministros en términos medioambientales. Las compañías también están apostando por nuevos diseños de producto que faciliten la circularidad al término de la vida útil del producto. También se están haciendo grandes esfuerzos en la aplicación de las tres R (reducción, reutilización y reciclaje) y en el reprocesamiento del agua y de la energía empleados en los diferentes procesos productivos.
¿Cuál es el papel de la innovación para lograr ciudades más circulares?
La innovación es clave para avanzar hacia modelos más circulares. En PreZero contamos con un Área de Innovación bajo el paraguas de la Dirección de Ingeniería con más de 20 años de experiencia. Desde la misma, trabajamos en dos direcciones principales en relación con este objetivo de la circularidad.
La primera es la mejora de la reciclabilidad de los residuos. En este sentido, desde el Área de Innovación nuestro propósito es avanzar en aquellas fracciones de residuos a las que tradicionalmente no se las está dando una segunda vida. De ahí, ejemplos como los nuevos proyectos para segregar de una forma mucho más eficiente plásticos multicapa con el objetivo de generar nuevos productos, o bien iniciativas que buscan convertir fracciones plásticas en bioaceites pirolíticos para las compañías del sector Oil&Gas, con lo cual estamos a la vez, contribuyendo a que esas compañías logren su descarbonización. También estamos involucrados en proyectos de innovación para el reciclaje de las palas eólicas para que tengan una segunda vida como material de construcción o áridos.
La segunda dirección en la que trabajamos desde PreZero en el ámbito de la innovación es la automatización y eficiencia de nuestras más de 130 plantas de tratamiento. Por ello, estamos llevando a cabo distintos proyectos probando e implementando tecnologías de última generación para incrementar el grado de recuperación de subproductos tradicionales como papel/ cartón, plástico o vidrio.
¿Qué tecnologías existen actualmente para transformar los residuos generados en nuestros hogares en energía renovable? ¿En qué grado de desarrollo se encuentran?
Si por algo apuesta PreZero es por la transformación del residuo que viene de nuestros hogares en energía verde. De hecho, el año pasado, generamos el 75% del biometano que se produjo en toda España. La tecnología que se utiliza para transformar este residuo en biometano y biogás está ya muy madura. No hay un riesgo tecnológico, como puede haberlo, por ejemplo, en el caso de hidrógeno verde.
Para este proceso empleamos la fracción del contenedor marrón, destinado a los residuos orgánicos de procedencia doméstica. Transformamos estos biorresiduos a través de un proceso de digestión anaerobia en un biogás que posteriormente purificamos a través de un proceso de upgrading.
Tenemos además la ventaja de que el biometano resultante se puede inyectar a la misma red por la que circula el gas natural de origen fósil, con lo cual no tenemos que incurrir en nuevos costes en términos de infraestructuras.
Por otro lado, también estamos contribuyendo a través de soluciones tecnológicas a la valorización energética de residuos que no pueden ser recuperados en forma de subproducto o de biometano. Esta valorización energética nos ayuda a conseguir energía eléctrica verde.
El impulso de las ciudades circulares requiere de la colaboración entre los ciudadanos y el ámbito público y privado. ¿Cómo se podría fomentar esa simbiosis?
Las fórmulas de colaboración son fundamentales. Las empresas, por sí solas, no pueden impulsar la economía circular de forma eficaz, sino que tienen que colaborar y trabajar en modelos público-privados.
Nosotros operamos la planta de biometano del Parque Tecnológico de Valdemingómez de Madrid a través de un modelo de colaboración público-privada, planta que recientemente hemos ampliado, generando en la actualidad 170 GWh anuales. Para que nos hagamos una idea, con esta cantidad podemos abastecer de gas a 35.000 hogares o 500 autobuses de la EMT en el mismo periodo de tiempo. Y esto ha sido posible gracias a este modelo de colaboración con el Ayuntamiento de Madrid.
Otro ejemplo de colaboración más reciente lo tenemos en el País Vasco, con el proyecto Metabarri. En este caso, Garbiker, la empresa pública, eligió socio privado a PreZero para construir y operar una planta que también abastecerá de biometano a los hogares de esta zona.
Esto en clave público-privada, pero también somos genuinamente creyentes en los modelos de colaboración privada-privada. El caso más reciente es el acuerdo de colaboración con CEPSA, con quien vamos a trabajar conjuntamente en la generación de biometano y de biocombustibles. Dichos biocombustibles podrán ser utilizados para alimentar a nuestra propia flota de vehículos para la gestión de residuos.
Otro ejemplo es un caso de colaboración a tres bandas, como el trabajo con Waga Energy, un socio tecnológico experto en la purificación del biogás que viene de vertedero, en este caso procedente del Vertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola, situado a unos 40 kilómetros de Barcelona. Completa el triángulo Nedgia, compañía distribuidora de gas del grupo Naturgy y encargada de las redes que se emplean para inyectar este gas renovable con el que también son alimentados los hogares de la zona.
MÓNICA RAMOS
PUBLICADA EL 5 DE SEPTIEMBRE DE 2024