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Los residuos como fuente de combustible limpio

Tal día como hoy, en 1949 se estableció el Día Mundial de la Energía con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de hacer un uso responsable y eficiente de los recursos energéticos, y que estos procedan de fuentes que respeten nuestro entorno natural.

La actividad de gestión de residuos es un gran consumidor de energía, principalmente asociado al transporte, el tratamiento y la valorización. Por ejemplo, un Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos (CTR) puede llegar necesitar del orden de 40 kWh por tonelada tratada, una planta de selección de envases consume de media 110.000 kWh anualmente y el tratamiento de lixiviados de depósito controlado está en torno a los 95 kWh por metro cúbico tratado.

Por lo tanto, el sector de la gestión de residuos debe hacer una sólida apuesta por las energías renovables. En este sentido podríamos pensar en energía eólica, solar… pero vayamos más allá; los residuos, lo que muchos llaman “basura”, se convierten en recursos energéticos que permiten descarbonizar la economía e impulsar la creación de empleo verde.

En PreZero llevamos décadas aprovechando el potencial de los residuos como recursos energéticos, y por ello tenemos interesantes ejemplos de ello.

 

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Valorización del biogás

El tratamiento de los bioresiduos en plantas de biometanización y la desgasificación de los vertederos controlados son una fuente de biogás, con un potencial energético muy similar que el del carbón. Por ello es muy habitual que se utilice como combustible en las propias instalaciones de tratamiento de residuos.

 

El modelo tradicional de aprovechamiento del biogás es su conversión a electricidad mediante motogeneradores. En España, PreZero dispone de 40 unidades de ellos en diversas plantas y depósitos controlados, con un potencial de generación de 49 MW. Además, algunos de ellos disponen de sistemas de recuperación del calor residual de los motores, con lo que el rendimiento de aprovechamiento del biogás se incrementa.

 

Otra vía de aprovechamiento del biogás es su depuración hasta la obtención de biometano con calidad suficiente para su inyección en la red de distribución a la industria y los hogares.

 

En España contamos con varios casos de referencia internacional que demuestran las ventajas de esta alternativa. El principal, sin duda alguna, es la Planta de Tratamiento de Biogás (PTB) del Parque Tecnológico de Valdemingómez, propiedad del Ayuntamiento de Madrid y operada por PreZero, una instalación de vanguardia que, según la European Biogas Association, ocupa el cuarto lugar en la capacidad de producción de biometano en toda Europa. Ampliada recientemente, esta planta es capaz de generar hasta 180.000 MWh anuales, o lo que es lo mismo, tiene capacidad para abastecer de energía a 35.000 hogares y 500 autobuses de la empresa municipal de transportes, inyectando en la red el equivalente al 2% del gas natural consumido en la ciudad de Madrid. Esta cifra, dobla el objetivo marcado por la Unión Europa en la Hoja de Ruta de Biogás para 2030.

 

Otro buen ejemplo, en este caso aún en construcción, y con un origen distinto a la biometanización, está en Els Hostalets de Pierola, Barcelona, donde PreZero opera el depósito controlado de Can Mata, uno de los más grandes de España y que produce más de 40 millones de metros cúbicos de biogás bruto cada año. En este proyecto, que se convertirá en una de las primeras iniciativas de producción de gas renovable a partir de biogás procedente de un depósito controlado a escala industrial, gran parte de la energía ─que hasta ahora se ha utilizado en forma de electricidad y combustible─ será sometida a un proceso de upgrading para inyectar 70.000 MWh anuales de biometano en la red gasista, evitando la emisión de 17.000 toneladas de CO2 cada año.

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Apuesta por las energías renovables

Además del aprovechamiento energético de los residuos en las instalaciones de tratamiento y valoración, PreZero también está implantando el resto de energías renovables, con el objetivo de reducir el consumo de combustibles fósiles.

En todas las instalaciones donde es posible se están instalando placas fotovoltaicas en los tejados, con el objetivo de generar electricidad que sea auto sumida en la propia instalación. Algunos casos para destacar son el de la planta de producción de escama de PET reciclado de Les Franqueses del Valles, donde en breve más del 10 % de la energía necesaria para el reciclado de las botellas de PET provendrá de la generada en la propia cubierta de la instalación o el de Es Milà en Menorca donde se acaban de instalar paneles fotovoltaicos.

También apostamos por la energía eólica. Tanto a pequeña escala con cargadores de vehículos de flota mediante molinos de viento, como tenemos en algunos parques de servicio en Madrid, Barcelona y Murcia. O a media escala, con la instalación de aerogeneradores en centros de tratamiento de residuos municipales como en Es Milá en Menorca.

 

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Valorización energética de los residuos

Posiblemente, una de las formas más eficientes de obtención de energía de los residuos es mediante su combustión para la generación de calor y vapor de agua con el cual poder producir energía. Esto se consigue en las plantas de valorización energética, donde con la combinación de diversas tecnologías de generación y aprovechamiento de energía, y después de una selección previa de los residuos con mayor poder calorífico, se produce electricidad 100% renovable.

Este tipo de instalaciones tratarán, al año, más de 360.000 toneladas de residuos domiciliarios, y contará con una producción eléctrica equivalente al consumo energético anual de unas 50.000 viviendas. Uno de los objetivos principales de la gestión de este tipo de instalaciones es maximizar la valorización de los materiales que se pueden recuperar: desde los envases de plástico, papel y cartón hasta los metales férricos o el aluminio.

 

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El ahorro también es importante

La crisis climática no solo se combate con la descarbonización y la apuesta por las energías renovables, sino también con la reducción del consumo de recursos naturales y energía.

En PreZero hacemos un uso responsable y eficiente de los recursos energéticos, por ello hacemos una apuesta continua por la mejora de la eficiencia operativa de nuestros contratos que acaba revertiendo en menor consumo y coste energético.

Buena muestra de ello son las renovaciones de las flotas de vehículos de recogida y limpieza en ciudades como Madrid, Santander, Murcia y Granada, donde se han incorporado vehículos eléctricos y propulsados a gas natural. Todo ellos dotados la última tecnología en ahorro de energético.

En el caso de las plantas de tratamiento, donde PreZero recientemente ha obtenido la certificación Lean Management según Norma UNE/ISO 18404, se hace una apuesta por la eficiencia operativa en todos los aspectos de la operación y mantenimiento de la planta, incluido la gestión de la energía. Se ha demostrado que un mejor mantenimiento preventivo de los equipos de tratamiento y reciclaje revierte en un ahorro en el consumo eléctrico de los equipos.

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Por último, en el marco de este Día Mundial de la Energía, conviene recordar que una correcta gestión de los residuos es una forma muy efectiva de ahorrar energía y obtener energías renovables.

Como has podido ver, por un lado, el tratamiento y valorización de los residuos permite obtener energía verde y alternativa a la procedente de combustibles fósiles. Además, las instalaciones de gestión de residuos de PreZero han incorporado otras fuentes de energías renovables como la eólica y la solar.

Conviene recordar que para que este sistema funcione de la forma más efectiva, se ha de realizar una correcta segregación en origen de los residuos en los domicilios y en la industria. Especialmente la fracción orgánica, que acabará siendo un biorresiduo de cual obtener energía a través del biogás que generará. Todo ello gracias a la cadena de recogida, selección, tratamiento y valorización en la cual PreZero asegura una gestión sostenible de los residuos.