El papel del educador ambiental se ha convertido en una de las piezas clave en el proceso de protección del medio ambiente en el sector de los residuos. Es una figura interdisciplinar con habilidades sociales, que además de tener una formación académica, sabe conectar con el ciudadano. Debe mantener una actitud positiva, escuchando activamente y haciendo ver que se interesa por las opiniones y sugerencias.
Cada ciudad tiene sus particularidades y costumbres las cuales analizamos y conocemos en base a su historia, cultura y población. A partir de ahí debemos empezar a recabar información en materia de residuos, planificar, plasmar dicha información y examinarla, obteniendo conclusiones, aportando soluciones e ideas en grupo. El ser un equipo fijo de varios educadores nos permite realizar una evaluación continua de nuestro trabajo.
Al iniciar una actuación, empezamos centrándonos primero en grandes grupos como asociaciones, centros educativos y residencias 3ª edad hasta reducir el círculo y llegar al ciudadano de a pie, en este recorrido se toman muchos datos de campo y reflexiones.
Una de las experiencias que nos resultó gratificante fue la visita escolar que realizaron al ecoparque, niños de 3ª de primaria con edad comprendida entre 8 y 9 años. Se programó la visita de forma que fuera divertida, hicimos varios grupos de alumnos y dividimos la actividad en 4 partes cortas.
Realizamos 1 circuito, planteando preguntas en feedback para conseguir la participación activa de los niños, explicando las funciones del ecoparque y la separación correcta de los residuos. Mostraron mucha curiosidad de porqué un residuo era tóxico y también se sorprendían de los diferentes usos alternativos que tienen ciertos residuos.
La última actividad consistía en un juego deportivo identificando las familias de los residuos del ecoparque. Al final de la visita los niños no querían irse del ecoparque para continuar con más actividades y saber cuándo podrían volver. Nos sorprendió la cantidad de preguntas que realizaban demostrándonos que estaban sensibilizados en la protección del medio ambiente.
Actualmente, nos estamos centrando en actuaciones para establecer la correcta separación de materia orgánica, de ese modo también se consigue una fracción de calidad en el servicio de recogida. Todo ello, formando e informando, despejando dudas, realizando visitas de control y de refresco en grandes grupos, como es el sector HORECA. Aplicando medidas correctoras si son necesarias, también nos apoyamos en el personal del servicio de recogida que colabora, trasladándonos cualquier observación en el servicio diario que pueda ayudarnos.
Trabajamos con un plan estudiado, calculando cada paso que damos, sin prisas, avanzando, y ganando terreno para un buen resultado final. Es importante buscar comunicación con compañeros de otros contratos con los que intercambiar conocimientos y experiencias obteniendo un enriquecimiento mutuo por un bien común.
Es necesaria la coordinación sincronizada entre empresa del servicio, ayuntamiento, educadores y ciudadanía para una buena gestión del contrato de residuos municipal.
El fin del educador ambiental es educar, apostando por una ciudad más limpia, más tranquila y saludable, trabajando en colectivo con sus habitantes desde la corresponsabilidad en la generación de residuos.
Julia Carratalá Ríos
PUBLICADA EL 26 DE ENERO DE 2023
